En 1864 Casa Roda fue adquirida por la familia Bonaplata de Barcelona. La historia dice que decidieron derribar la antigua edificación y en su lugar construir la masía actual en las afueras de Santa María de Martorelles que se ha preservado hasta ahora rodeada de cuarenta hectáreas de bosque y viñedos.

La masía cuenta con un estilo constructivo inédito, de planta cuadrada con predominio de la baldosa sobre la piedra, que la diferencia del tipo de arquitectura característica de las casas solariegas catalanas, seguramente porque su edificación fue posterior.

Situada en un paraje privilegiado, esta masía con tanta historia sigue rodeada de viñedos y bosques. Can Roda se ha convertido en un oasis natural junto a Barcelona ubicado en el Parque Natural de la Serralada de Marina.

La Serralada de Marina constituye una cadena montañosa con una altitud moderada que nunca sobrepasa los 600 m. Es singular ya que se levanta abruptamente entre la costa marina y la llanura del Vallès, lado donde queda situada la finca. Al estar en el lado continental, las condiciones de temperatura y humedad de la zona son más extremas, a diferencia del resto de bodegas de la DO Alella que están en la vertiente mar, y esto acaba por conferir a sus vinos un toque diferente.